El destacado mecánico nacional Cristóbal Arenas estuvo este fin de semana en Paraguay, siendo parte de la asistencia del equipo DTA.
El año pasado fue Pedro Heller quien saltó al plano internacional en la categoría WRC2. En esta temporada, Emilio Fernández acaba de competir en Suecia en el Mundial Junior. Ya con dos pilotos internacionalizados, este fin de semana fue el turno de “exportar” a uno de los más destacados mecánicos chilenos: Cristóbal Arenas, quien fue parte de la asistencia del equipo DTA de Paraguay.
En nuestro país, Arenas ha pasado por casi todas las funciones del rally. Partió junto a su padre, el reconocido mecánico Felipe Arenas, como Comisario suplente y ha sido cronometrador, navegante, piloto y desde hace dos décadas forma parte de destacadas asistencias atendiendo a vehículos de todas las categorías.
Justamente parte de esa experiencia fue valorada por el ingeniero francés Florent Meilhaud, quien asiste a los autos del grupo PSA en Chile (Peugeot y Citroën) y recomendó a Arenas en Paraguay.
De lentes, Florent Meilhaud, ingeniero que recomendó a Arenas (a la derecha) a Paraguay.
“Estoy muy agradecido de Florent por haberse acordado de mí. Una vez que él dio mi nombre, desde el equipo me llamaron y me invitaron a ser parte de la primera fecha de su campeonato, lo que agradezco porque intercambiamos buena información, es un bonito campeonato y además, pude estar con el único Hyundai i20 R5 que hay en Paraguay y en Sudamérica”, comentó Cristóbal, quien añadió: “Cuando se concretó el acuerdo verbal, no lo creía. Estaba asustado y cuando llegué allá, no conocía a nadie, pero estuve con un grupo de personas muy agradables, me sentí acogido y no tengo más que darles las gracias a los demás integrantes del equipo”.
Dos de los autos del equipo DTA. Al fondo, el Peugeot donde se centró Cristóbal.
Dentro de la asistencia de la que Arenas fue parte, estaban los equipos DTA (Desarrollo Tecnológico Avanzado) con tres autos y HDD (Humberto Dominguez Dibb), “donde corre Diego Domínguez, dueño del team y quien ganó con el Hyundai i20 R5”, relató Arenas.
“Lo que aprendí trataré de aplicarlo acá. Me tocó hacer varias cosas, pero centrado en el Peugeot 208 que era el auto que más conocía. Observé y comparé como trabajan ellos con respecto a nosotros en Chile y creo que estamos en un muy buen nivel en lo referente a aspectos mecánicos, orden e infraestructura de acá. Lo que rescato de Paraguay en esta comparación es que no escatiman en repuestos ya que entienden la importancia de contar con las herramientas necesarias para una carrera, lo que facilita mucho las cosas”, indicó Cristóbal, quien agregó: “La organización es muy prolija en cuanto a la verificación técnica: tienes un tiempo exacto para entrar con el auto y si no lo haces, penalizas, tal como en un prime. Es mucho más riguroso en ese sentido, además, el orden de largada se determina en el shakedown. Ambos países tienen virtudes y falencias”.
-¿Es una experiencia para repetirla?
-Si Dios quiere y se puede dar, sería genial. Es entretenido el campeonato, tienen un hermoso parque automotriz, los autos están como dicen ellos, “Full HD”, jajajaja. Me gustó mucho el trabajar allá y por lo mismo, estoy muy agradecido y a disposición cuando ellos quieran.
-¿Qué te decían los otros mecánicos del equipo?
-Tuvimos una comunicación muy fluida porque somos todos profesionales y nos respetamos mucho en lo laboral. Eran 6 mecánicos para 3 autos, es un grupo muy bueno, me trataron muy bien empezando por Emilio Silva, el jefe de mecánicos. El equipo DTA está volviendo ya que un tiempo atrás se había cerrado y fue bueno retornar con el triunfo del R5, el Peugeot anduvo muy bien y el EVO X que tienen, que es una preciosura, abandonó porque el auto entró pasado en una curva y rompió el tren delantero, pero hasta que eso sucedió venía muy, muy bien.
Cristóbal Arenas, de rojo, agradeció todas las atenciones y la cálida recepción que le brindaron sus colegas en Paraguay.
-Claramente el ir a Paraguay es un reconocimiento a tu gran trayectoria…
-No sé si tan así. La verdad es que aún no lo dimensiono. Pero es una oportunidad que me permitió representar a mis colores de Arenas Competición y obvio, de alguna forma, a los mecánicos de Chile. Fue una tremenda motivación, increíble y me gustaría que se pudiera repetir y ojalá más colegas nacionales puedan ir, porque creo haber dejado las puertas abiertas. Es una gran experiencia.
Arenas junto al piloto y jefe del equipo, Diego Domínguez.
Pese a lo que pudiera pensarse, a Cristóbal Arenas le llamó la atención un aspecto en particular: “La comida que tenían a nuestra disposición. Teníamos 5 menús al día, hidratación constante y snacks para que nada nos faltara, a diferencia de Chile (risas). En contrapartida, el calor y la humedad me hicieron bajar como 5 kilos en un par de días (risas)”.
-¿Alguna anécdota que hayas vivido?
-Sí. Ellos me bromeaban por mi miedo al dengue ya que me aplicaba repelente a cada rato y eso les causaba gracia a ellos. Hicimos ‘buenas migas’, nos reímos harto y lo pasamos bien, es un bonito grupo el que tienen.
Arenas junto a su bonomio, Domínguez – Galindo.
-¿Qué le dirías a la familia Domínguez?
-Que están cordialmente invitados a correr en Chile con su i20, que Dieguito (Domínguez, de solo 17 años) tiene un potencial enorme y acá, en la R2, le iría muy bien, sin desmerecer claro a nuestros pilotos. Eso en lo deportivo y en lo humano, agradecerles por la oportunidad que me dieron en todo sentido y más que gracias por la atención que me brindaron.
